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Altas Capacidades

bombillas

 

Las Altas Capacidades son una asignatura pendiente en nuestro Sistema Educativo ya que en su mayor parte pasan desapercibidas y pueden incluso confundirse con diferentes problemas dentro y fuera del aula si no están bien atendidas.

 

Últimamente estamos muy interesadas en el tema de las Altas Capacidades. Nos hemos percatado de que estos niños son los grandes olvidados, y no sólo a nivel Galicia, sino a lo largo de todo nuestro territorio nacional. Nos estamos volcando en los menores con necesidades específicas de aprendizaje y la sangría que se están haciendo con las becas que actualmente requieren de un diagnóstico para ser concedidas pero, qué pasa con los niños que están por encima de la media? ¿Nadie se ha dado cuenta de que las estadísticas nos hablan de que debería haber tantos niños por debajo de la media como por encima? Esto nos lleva a pensar que hay que hacer una profunda reflexión acerca de lo que estamos haciendo mal como profesionales, puesto que si  nos fijamos y hacemos un recuento de los casos que conocemos, vemos que niños con la etiqueta de hiperactividad, falta de atención, problemas con los estudios… son mucho más numerosos que aquellos catalogados como Precoces, con Talento  o con Superdotación. Algo tan positivo, considerado como un Don por muchos, se convierte en un problema porque no hay recursos para tratar a estos niños como  se merecen. Las familias que albergan en su seno un diagnóstico de Altas Capacidades tienen un largo y tedioso camino por delante, puesto que la guerra con la Administración está asegurada si luchan por los derechos de sus hijos. Aquí las diferencias económicas de las familias sí que son importantes, puesto que existen colegios privados que han optado por formar a su equipo de Orientación y al profesorado para que sepan primero detectar y después afrontar el trabajo con estos menores y favoreciendo que el talento no se escape de sus filas. La realidad en la escuela pública, por desgracia, es diferente. Poca formación del profesorado/orientadores y escasos recursos económicos para idear nuevos planes y directrices para los niños, en general. Y miedo, mucho miedo a no saber tratar con un niño con estas características, fomentado por la falta de conocimiento sobre el tema.

Por todo lo anterior, en Entropía, apostamos por dar cabida a todos aquellos que no encuentran su sitio u orientación y hemos empezado a formarnos para atender tanto a los niños con Altas Capacidades como a sus familias.

Si no trabajamos con estos niños de manera correcta las consecuencias pueden ser variadas. Puede no pasar nada, puede que aprenden a pasar desapercibidos, los hay que se refugian en sí mismos, los que canalizan su frustración hacia comportamientos problemáticos, los que se confunden con TDAH y acaban medicados…el abanico de posibilidades es infinito pues cada individuo es diferente y las características de su entorno también lo son, así que evitemos caer en tópicos .Podemos estar perdiendo a un premio Nobel o a un buen albañil con gran destreza motora .Lo que no es justo es que no se atiendan las necesidades intelectuales de estos niños ,pues ellos también tienen derechos.

Lo que sabemos es que la Historia nos ha dejado ejemplos de personas muy influyentes que eran un desastre en las aulas pero con una potencialidad asombrosa, como Albert Einstein. Pero, y para acabar dando un toque de humor a este tema tan serio, no olvidemos  que la inteligencia también puede utilizarse para el mal ya que en la literatura no existe ningún Supervillano tonto y todos los dictadores de la Historia han sido individuos muy talentosos en algunas áreas ¡ojo al dato y a trabajar!

Patricia Gil Marino.

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